sábado, 30 de mayo de 2009

Pedagogía, poder, ciencia

Una pequeña argumentación que no escandalizará a nadie. Seré breve y esquemático. En primer lugar una pregunta maliciosa, ¿qué ambición de poder acarrea consigo la pretensión de ser una ciencia? Es decir, ¿qué intenciones tiene una disciplina, un saber cualquiera, una práctica, cuando reivindica su naturaleza de ciencia, cuando se autoproclama científica? Dos ejemplos clásicos manifiestos: tanto el marxismo como el psicoanálisis quisieron (y aún quieren) ser considerados como ciencias. Pero, ¿por qué esta ambición?

Sencillamente porque establecer un discurso cualquiera como ciencia significa asociarle los efectos de poder propios de una ciencia, los efectos de poder que tradicionalmente se asocian a las disciplinas científicas. Autoproclamarse ciencia es lo mismo que decir: ¡tratadme como si a todos los efectos fuera una ciencia! (porque eso es ser una ciencia). Cuando una disciplina, pongamos por caso la pedagogía, se llama a si misma ciencia y pretende actuar como tal, tener los mismos efectos de poder que una ciencia, es para diferenciarse, para tomar distancia de otras disciplinas confusas, marginales, de menor prestigio, y acercarse a las así llamadas científicas, de mayor autoridad y reconocido rigor. La pedagogía se alza así de entre la masa amorfa de saberes y pretende ser distinta de esta masa. Porque cuando se entroniza una vanguardia teórica, no es más que para separarla de todas las formas masivas, circulantes y discontinuas de saber. La pedagogía, en nombre de la ciencia, de su propia supuesta naturaleza de ciencia, impone sus prácticas, sus discursos, sus esquemas (sus planes y procesos). Y siendo sus reformas y discursos siempre en nombre de la ciencia, ¿quién tendrá el valor de replicar? ¿Quién alza su voz contra la ciencia, quién puede?

Hasta aquí el diagnóstico, que es lo que nos interesa; apuntaremos no obstante un tratamiento. Michel Foucault define genealogía (entre otras cien formas distintas) como anticiencia, como la insurrección de los saberes contra los efectos de poder propios de un discurso considerado como científico, insurrección de las discursividades locales contra los efectos de poder centralizadores ligados a la institución y al funcionamiento de un discurso científico organizado dentro de nuestra sociedad. En este sentido es capital la genealogía como arma de batalla. Genealogía es la reactivación de los saberes locales contra la jerarquización científica del conocimiento y sus efectos de poder intrínseco. El nuevo papel del intelectual sería el de estudiar, señalar, hacer visibles las relaciones de poder ocultas, como lo son aquellas que hacen de la pedagogía una fuente de saber científico indiscutible, para desgracia de todos los estudiantes del sistema universitario español. Ponerse del lado de los saberes sometidos, hacerlos visibles con la práctica. Pues ya no hay teoría sin práctica, y el filósofo no debe hablar por el saber silenciado, debe gritar con él.

Pero de revolución ya se ha hablado, y se hablará, en otros textos (y se ha hecho, y se hará, en otras calles, en otras aulas)


Carlos Gascón (siguiendo fielmente a Michel Foucault y su clase del 7 de Enero de 1976)



PD: No es este un texto contra los pedagogos, ni tan siquiera contra la pedagogía; tan solo contra sus pretensiones de cientificidad. Para que quede claro (y ahorrarme malentendidos).

10 comentarios:

boly dijo...

Impresionante, pero sí, estoy de acuerdo en todo, o casi todo. De hecho ni siquiera se me ocurre un comentario borde e ingenioso que hacerte.

Pd: foucault = kk.

Simple pero suficiente, ya puedo dormir.

Χάος dijo...

Capítulo 1: El ángel de la muerte

Me senté, suspire, bostezé y miré a través de la ventana como una lánguida y silenciosa lluvia untaba las aceras de la calle.
Hubiese seguido matinalmente obnubilado de no ser por otra nube, sensualmente cargada con la lluvia más dulce que podía
entrar por la puerta. La poca luz que me recordaba que seguía vivo en la inmanente oscuridad que me rodea.

Baje súbitamente del cielo al infierno aunque eso yo no lo sabía. Entró por la puerta un nubarrón oscuro dispuesto a exhalar
su aliento de muerte y plomo, Obviamente eso tampoco lo sabía.
Fue a la pizarra y escribió una de sus típicas [QUE DIOS OS PERDONE YO NO LO HARÉ]. Una risa transformada en efímero murmullo y
complicidad salpicó el húmedo ambiente. Saltó encima de la mesa, el tambor del juicio final, un sonido hasta ese momento inaudito. La clase entera
le miró con impaciencia,con hambre, con hambre de la miel de sus labios.

Miré los indómitos ojos, estaba sudando a pesar del gélido microclima que había en la sala,parecia inmerso en la más inexorable
pesadilla que nosotros los mortales podamos imaginar. Sus ojos me estaban partiendo en dos, depedazandome,la expresión
de su cara era fría pero con una incandescente, latente furia ofuscada, tras la máscara mortuoria que portaba por cara.
Era un glacial en erupción, una cabeza nuclear sobrevolando en soleado día de Agosto.

Se encendió un cigarro, se avecinaba la tormenta.

Cuando la primera gota de sudor, junto con el sordido minuto de espera cayeron al suelo todo se nubló de nuevo, se difuminó,
se separo a varios kilometros como cuando coges una buena borrachera.

Cual Zeus sacó de su gabardina dos truenos que comenzaron a descargar plomo sobre la masa inerte, sonaba a cientos de cuchillos
descuajando un tenso pedazo de carne, ni siquiera oía los disparos, solo espumosa y burbujeante carne. Mientras abría fuego a toda criatura de Dios
alli presente musitaba algo que solo mi adrenalina podía escuchar tan nítadamente, a cambio me quede atónito,
ante tan macabro collage que cual contemporáneo pintor plasmaba a grandes brochazos por toda la habitación.

Y en mi cabeza resonaba su poesía:

Χάος dijo...

PARTE 2

"Porque quiero tu cuerpo ciegamente" musitó para sus adentros; "Porque deseo tu belleza plena" dijo susurrando a alguien que debía estar en el cielo;
"Porque busco ese error, esa cadena" gruñó con los dientes apretados por la rabia que le consumía, rabia que ahogaba su grito sordo, solo se podía
oír el mortífero tintinear de los casquillos rebotando en el suelo por doquier; "mortal, que arrastra inconsolablemenete" recitaba mientras todos perecían
inconsolablemente por suspuesto;"Inconsolablemente diente a diente" Su mandíbula parecía que no fuese suficiente para soportar la fuerza
que sus dientes se ejercian mutuamente; "Voy bebiendo tu amor, tu noche llena" la intensidad aumentaba entrecortadamente al igual que cuando empieza un orgasmo;
"Diente a diente,Señor, y vena a vena" la rabia brotaba en alaridos de su convulsa tráquea; "Vas sorbiendo mi muerte. Lentamente" Solo tétrico silencio
su horrible mueca se convirtió en una angelical expresión de monástico júbilo mientras algunos afortunados huían, presa del pánico de la carne
y la sangre violadas y palpitantes.

Solo le quedaba la colilla en la boca, estaba recargando de muerte sus armas automáticas.Tenía la cara violentamente salpicada de sangre
mas su demente temple no se veía perturbado por nada. Ahora solo oía el poema de Blas de Otero que con soberbia calma prosiguió.

Porque quiero tu cuerpo y lo persigo
a través de la sangre y de la nada
porque busco tu noche toda entera

Porque quiero morir, morir contigo
esta horrible tristeza, tristeza enamorada
que abrazarás, Dios, cuando yo muera

Así como acabo el poema el rapsoda se lo dedicó con la primera dosis de muerte a mi nube, y el amor junto conmigo mismo desparecieron. Mi mundo se desmoronaba por
segundos, la impotencia abarrotaba mis miembros, y la mirilla apuntaba a mi frente, me preparé para la Nada y para mi sorpresa no paso ni una películade de mi vida ni una mierda
antes mis ojos antes de recibir el impacto.

-Buenos días tío, voy a por un café y a confesarme. Adiós.

Para mi afortunado o desafortunado cráneo no hubo desparrame de sesos y visceras para completar la pictorica obra, mi disparo lo recibió un cadáver agonizante.
Todo se deslumbró y se oscureció, mis sentidos me abandonaron escepto uno, el dolor, todo mi cerebro resonó contra el suelo al ritmo de la macabra danza, y tenía la fija
imagen del bello aunque cruento collage que allí se hallaba.

Espero que esto no acabe basado en echos reales.

"Si un problema tiene solución por que te preocupas?? Y si no la tiene por que te preocupas??

more_ dijo...

¿Y cuál es el estatuto que le corresponde a la pedagogía, a tu parecer? :)

Irrelevante dijo...

Para more:

La pedagogía es ciencia. Está clasificada como tal en, digamos, el conjunto de los saberes universitarios. Se admite que es ciencia, se la trata como tal. Por tanto, es ciencia. El texto precisamente trata de dilucidar por qué razones es ciencia la pedagogía.

Pero si la pregunta es: ¿qué debería ser la pedagogía para ti, de no ser ciencia?, entonces diré que a esa pregunta no puedo responder con rigor (ni tampoco me preocupa excesivamente). Disciplina, práctica, discurso, 'saber', o 'conjunto de saberes', quizá serían términos adecuados. No obsante, repito que no me interesa el asunto... No he pretendido abrir ese debate en absoluto. Ni siquiera he dicho que me parezca "mal" que la pedagogía sea ciencia, creo. He aventurado una hipótesis, he tratado de describir un posible proceso histórico, de desentrañar una estrategia de poder 'oculta', y después he sugerido el uso del método foucaultiano para 'responder' a esa estrategia de poder. Nada más.

Por desgracia no conozco la ciencia pedagógica en profundidad, aunque me gustaría. Espero poder estudiarla con atención en un futuro próximo, pues creo que no solo es necesario, sino que puede llegar incluso a ser muy satisfactorio.

En fin, ¡gracias por leer!


:*

Χάος dijo...

Pido diculpas porque el lugar donde he publicado el relato, no es que sea inadecuado, quizás sea el más inadecuado. A la próxima os lo enviaré por e-mail y el que el divino admin decida.

Perdon por las molestias

Coctelmarx dijo...

Totalmente de acuerdo y eso que es de madrugada.

Unknown dijo...

Pobre mente, que tomas tus argumentos de los sentidos y luego quieres derrotar a éstos. Tu victoria es tu derrota.

Demócrito

Hermeneutizado por la via gadameriana dijo...

Desde mi humilde opinión, Pedagogía es ciencia desde el momento en que predice. EL problema es qué predice y por qué predice. A lo mejor la pedagogía no es una ciencia, sino una INGENIERÍA. Claro, si fuera una ingeniería sería muy duro poner a tus hijos en manos de alguien que se considera un ingeniero. Da miedo. Es mejor pensar que tu hijo tiene que comportarse como es natural que se comporte que lo haga como deba comportarse para cumplir bien su papel.

Por cierto, que duro es que el sentido de tu vida sea cumplir un papel!

Los saberes sometidos no son tal, solo son saberes no rentables, tienen una función diferente que la mayor parte de la gente no saba apreciar porque no está acostumbrada en pensar en lo no rentable.

Esto da para mucho. No pretendo ser tan sentencioso,lo que quiero decir es que las cosas no están nunca tan claras. No creo que Foucault tenga respuestas para todo ni que sea BUENO ni NOBLE luchar por un saber sometido por el simple hecho de serlo.

Besotes

boly dijo...

Eso de la ingeniería me ha recordado a Dennet y su estrategia intencional. Quizás sea cierto, quizás más que una ciencia lo que sea es una ingeniería cuyo método podría nutrirse del ensayo-error. Todo ello tras el previo establecimiento de una estructura de creencias supuestas en los sujetos de estudio. No se pretendería dar una explicación detallada de por qué sucede x en términos reduccionistas, sino simplemente lo interesante sería predecir x independientemente de las causas microscópicas que han suscitado dicho resultado. Se habla del éxito en la predicción, del mejor método para predecir comportamientos humanos. Aunque para mí la ingeniería sigue siendo ciencia.

Una observación chachi, parece mentira que provenga de alguien incapaz de ponerse una camiseta del derecho.