miércoles, 21 de mayo de 2008

FILOSOFÍA Y CIUDADANÍA NO ES UNA ASIGNATURA

Charla enmarcada en las jornadas sobre 'Filosofía en la educación pública' organizadas en mayo de 2008 por la AEF (Asamblea de estudiantes de filsofía).

Adolfo Llopis Ibañez.


Presentación:

Mi nombre es Adolfo Llopis y soy estudiante de 2º curso de filosofía. El motivo que me ha llevado a realizar esta charla es el de hablar de un tema muy relacionado con el que ha generado las protestas en las que se enmarcan las presentes jornadas de Filosofía en la Educación pública, pero del cual no se ha hablado en serio hasta el momento.

Estamos protestando porque deseamos que no se reduzcan las horas de la asignatura de Filosofía en el bachillerato, y por diversos motivos hemos tenido que ser prudentes y pragmáticos hasta el punto de que nuestra protesta se ha tenido que contentar con lo formal del asunto, lo cual no deja de ser un mérito teniendo en cuenta que se trata de filósofos, pero que ha obnubilado, es decir, ha provocado incapacidad de pensar, ver o reaccionar claramente ante un asunto mucho más profundo que tiene que ver con el contenido de la reforma educativa que ha dado lugar a esta situación.

Y es que aunque logremos que no se reduzcan las horas de la asignatura, a mi parecer, con esta reforma que ha llevado a que ahora la asignatura pase a llamarse Filosofía y ciudadanía, ya se ha perdido mucho.

Me propongo reflexionar a cerca de este cambio y mostrar finalmente que 'Filosofía y ciudadanía' no es una asignatura porque o bien son 2 asignaturas arrejuntadas de mala manera o bien es media asignatura porque una de las dos partes, a saber la ciudadanía, no es nada (y permítaseme forzar el sentido de media, puesto que de todos modos la filosofía seguiría siendo al menos una materia).

Antes de empezar un aviso para navegantes: no se intente rebuscar en mi charla motivaciones políticas, puesto que esta charla pretende ser nada más y nada menos que una reflexión filosófica sobre el asunto.

Desarrollo:

Para empezar una pregunta como no podía ser de otro modo: ¿qué se quiere decir cuando se junta 'Filosofía y ciudadanía'?

En un cierto sentido, la filosofía y la ciudadanía tienen una relación en tanto que por un lado se puede reflexionar filosóficamente sobre la ciudadanía, los ciudadanos, la sociedad, la política y el resto de conceptos implicados y por otro lado, que un cierto tipo de sociedad ciudadana ha sido siempre propicia al surgimiento de la filosofía.

Pero este sentido no es en absoluto diferente al que sustenta la relación que tiene la filosofía con, pongamos por ejemplo la matemática, la física, la religión o el lenguaje. Se puede reflexionar filosóficamente sobre todos estos temas y a su vez, la existencia de estos y el dominio sobre ellos propician la filosofía.

Entonces, ¿qué tiene de especial la relación entre filosofía y ciudadanía de tal modo que haga comprensible que, en la única asignatura de filosofía con la que tienen contacto los estudiantes de bachillerato se mezclen ambos términos?

Si no pensamos que ha habido algún descubrimiento científico o filosófico que pone de manifiesto la importancia de unificar ambos términos, y esto efectivamente no ha ocurrido, entonces sólo podemos entender este cambio en el contexto amplio de la reforma educativa que se ha planteado. Es decir, que sólo podemos entender el cambio de temario si observamos la introducción de la asignatura de 'Educación para la ciudadanía' en la primaria y los primeros cursos de ESO y el cambio de ética de 4º de ESO por 'Educación etico-cívica'. Sólo podemos entender el cambio y apellidaje de la asignatura en el contexto de una reforma educativa que pese a que muchos digan que es tan sólo la continuación de un proceso que lleva ya 30 años, a mi sin embargo me parece un punto de inflexión que introduce un salto cualitativo cuya calidad explicaré más tarde.

En el fondo lo que quiero decir es, que detrás del cambio de la asignatura de bachillerato hay una determinada opción ideológica, que ni siquiera filosófica, a saber, aquella que entiende que “la culminación de la filosofía y sus funciones más propias están en el servir a la vida del hombre en la ciudad democrática” y además que la educación pública de la filosofía debe adoptar esta postura.

La afirmación de que esto es una opción ideológica y no filosófica no es una opinión o una gratuidad, es un hecho constatable. Dos pruebas de esto daré, una teórica y otra matrerial, pero estrechamente relacionadas.

La teórica dice lo siguiente: la filosofía se entiende de muchas maneras y cada autor hace filosofía de forma distinta, sin embargo, si se introduce la filosofía en el sistema educativo, lo que se intenta es dotar al alumno de una visión crítica, unas herramientas conceptuales y una familiarización con los problemas e ideas filosóficas tradicionales de tal modo que pueda tener una visión académica de ellos. Algo así como una visión neutral de los distintos asuntos que le permita desarrollar una actitud y pensamiento críticos para aplicarlos sobre la infinidad de temas que se pueden pensar filosóficamente.

Se me objetará que no existe un punto de vista neutral exento de ideología, pero yo responderé que existe el tratar todos los temas desde el mayor número de puntos de vista posible poniendo el énfasis en el tratamiento sistemático y la crítica de los sistemas de ideas, la contraposición de unos con otros y la no suposición de la preeminencia de ninguno de ellos. Sólo así se puede alcanzar un punto de vista filosófico desde el sistema educativo y así estaba, aproximadamente, planteado antes de la presente reforma.

Pues bien, la vinculación de la filosofía y la ciudadanía sólo pude proceder de una toma de postura ideológica si pensamos que no todas las filosofías aceptan esta vinculación. ¿A caso Epicuro o Diógenes no eran filósofos? Y proponían el abandono de la ciudadanía en pro de sistemas incívicos. Si se estudian estos sistemas filosóficos y cualquiera similar desde la aceptación básica de la ciudadanía es por cierto seguro que estarán sujetos a prejuico y subestimados prima facie.

Pero podría objetárseme que en esta asignatura se puede tratar el tema de la ciudadanía desde un punto de vista formal, filosófico y crítico que tratara de ver los diversos puntos de vista e incluso compararlos con filosofías incívicas sin sobreponer unas a otras.

Pues bien, la prueba material que contradice esto y muestra claramente cual es la intención de apellidar a la filosofía la daré con el borrador del contenido de la asignatura en la mano. Leeré primero los 5 últimos puntos del apartado de objetivos del mismo, al pie de la letra, para dotar de contenido a la reflexión posterior:

“7. Adoptar una actitud crítica ante todo intento de justificación de las desigualdades sociales y ante toda discriminación, ya sea por sexo, etnias, culturas, creencias u otras características individuales y sociales. 
8. Valorar la capacidad normativa y transformadora de la razón para construir una sociedad más justa, en la que exista una verdadera igualdad de oportunidades. 
9. Valorar los intentos por construir una sociedad mundial basada en el respeto a los derechos humanos, en la convivencia pacífica y en la defensa de la naturaleza. 
10. Consolidar la competencia social y ciudadana fundamentando teóricamente su sentido, su valor y su necesidad para ejercer una ciudadanía democrática. 
11. Desarrollar una conciencia cívica, crítica y autónoma, inspirada en los derechos humanos, y comprometida con la construcción de una sociedad democrática, justa y equitativa.”

A la luz de estos puntos resulta evidente que la ciudadanía de 'Filosofía y ciudadanía' no es una ciudadanía filosófica, pues por muy sugerente que parezca eso de adoptar una actitud crítica ante la justificación de las desigualdades etc etc, no ha de confundirse con una verdadera actitud crítica, pues este punto 7 implica aceptar a-críticamente que toda justificación de desigualdad es por ello mismo falsa, y eso sólo entre muchos otros supuestos que no es este el lugar ni el momento de entresacar. Como decía esta 'ciudadanía' más bien se trata de exponer teóricamente el modelo de ciudadano establecido en nuestra sociedad. Y por supuesto alabarlo. Y puesto que cualquier modelo de ciudadano lleva aparejado y se sustenta en base a una serie de valores e ideas políticas, pues resulta claro, distinto, autoevidente y prácticamente tautológico repetir ahora que esta ciudadanía no es sino y como decía antes, una opción ideológica concreta.

Sin meternos todavía en el propósito de esa parte, queda claro que la parte del temario correspondiente a ciudadanía no es una materia filosófica, al menos en un sentido académico relevante, porque trata de una exposición más o menos técnica o literaria de los valores democráticos que se derivan de una determinada posición ideológico/política. Y así, con lo dicho hasta aquí tengo suficiente como para sostener la primera parte de la disyunción inicial. 'Filosofía y ciudadanía' no es una asignatura porque son dos cosas distintas.

Ahora bien, ¿qué tipo de opción ideológica es aquella a la que aludía?. Pues es una tal que acepta como justificada «la instrumentalización de la enseñanza pública en beneficio de una parte: la misma que promueve la asignatura». Es decir, una opción ideológica que piensa que no hay que alarmarse porque quien está en el poder utilice la enseñanza pública para asegurar las condiciones que permitan su autoperpetuación en el mismo. Si se 'fundamenta' que la democracia, además no una cualquiera, sino la que tenemos ahora con todos sus mecanismos y estamentos sociales, es el único sistema aceptable, y además se enseña a las futuras generaciones a adorarla y a sentirse afortunados de vivir en ella, al más puro estilo huxleyano, entonces el mantenimiento del poder y de su discurso legitimador están asegurados. Más aun si tenemos en cuenta que el bachillerato es el nivel en el que en el estudiante puede comenzar a surgir la actitud crítica. Si después de 5 o más cursos de verborrea cívico-democrático-kantiana-universalista se imparte filosofía junto con ESTA ciudadanía, habremos de estar seguros de que a los chavales se les estará diciendo algo así como “bueno chicos, aquí está todo dicho, y si queréis pensar por vosotros mismos, cosa que por otro lado no vale la pena, hacedlo siempre desde el respeto y alabanza a nuestro fantástico, fabuloso e infalible sistema democrático”. Con este planteamiento además, el terreno estará servido para que las facultades de filosofía se conviertan en fábricas de profesionales de la producción en serie de pensamientos perfectamente envasados. Si forzamos el supuesto, se me antoja sarcásticamente acertada la comparación con la filosofía escolástica que recientemente he leído. Pasaríamos del manido ancilla theologiae al nuevo y flamante ancilla democraticae, como lema de la filosofía. Una filosofía que además se vería reducida a la mitad con lo que tendríamos un sirviente ciego por a-crítico y manco por falta de desarrollo.

Pero como toda ley humana tiene su envés, queda considerar una posibilidad distinta, a saber, la de que todo este intento explícito de adoctrinamiento no sirva para nada. Se podría considerar con Aristóteles que la educación cívica es algo que se obtiene a través de la costumbre, viviendo en la polis. Podríamos considerar entonces que a los chavales toda esa cháchara quasi-eclesial a cerca de la grandiosidad de los derechos humanos y de la democracia y la sociedad occidental les entrará por un oído y por el otro les saldrá sin causar el más mínimo efecto, y que por tanto, lo que les esculpirá como ciudadanos-consumidores de esta sociedad como es lo que ya está ocurriendo, serán esos largos ratos frente a la telebasura, frente al ordenador (en el mejor de los casos leyendo la wikipedia, pero no creo que ese sea el caso) y frente a esa industria de fabricación de sentimientos de falta que es la publicidad.

Añadamos a esto una consecuencia esperable: si la parte de la asignatura correspondiente a ciudadanía no es nada, entonces tenemos que la asignatura de filosofía se ha reducido a la mitad y si ya es escaso el efecto que sobre la creación de pensamiento crítico en la sociedad, tiene la actual asignatura de filosofía en el bachillerato, pensemos cuan insignificante se tornaría tras la reforma.

Por otro lado, si consideramos esta posibilidad lo primero que cabe plantearse es para qué gastar dinero público en la parte proporcional de profesores y escuelas necesaria para impartir todas esas asignaturas inservibles y vacuas, me refiero no solo a Filosofía y ciudadanía, sino también a las “educaciones” de primaria y ESO, pero en todo caso, con esta opción ya tengo lo que necesitaba para sustentar la otra parte de la disyunción inicial, la de que 'Filosofía y ciudadanía' no es una asignatura porque es media.

Y como cualquiera que sepa de lógica puede haber inferido ya, si de las dos partes de una disyunción se llega al mismo resultado... en fin.

Bien, ahora ya me siento en condiciones de responder a esa pregunta que me hacía antes. ¿Qué quieren decir con eso de juntar 'Filosofía y ciudadanía'?

Pues caben dos respuestas posibles. Si quien propone la reforma de una asignatura para introducir nuevo temario piensa que ese nuevo temario sirve para algo, y ya hemos visto antes para qué puede servir en concreto la ciudadanía, entonces lo que se quiere decir es algo así como “puesto que la filosofía no sirve para nada o al menos no sirve para nada que nos sirva a nosotros, tenemos que eliminarla o transformarla en algo útil”. Es decir que lo que se quiere decir es que la la filosofía ha de servir para lavar cerebros y crear ciudadanos felices.

Por contra, si quien propone la reforma piensa que lo nuevo no sirve para nada, lo que se está queriendo decir es que hay que cargarse la educación pública y sus valores como sea en pos de una educación privatizada, y orientada a las necesidades de las empresas de tal modo que el resultado final de la misma sean legiones de “Lerdos-hipertécnicos”, léase, el plan de Bolonia.

Por mi parte, me parece más acertada la primera de las respuestas, puesto que ya he defendido que la reforma viene propuesta por una opción ideológica que no desdeña la instrumentalización de la educación pública, pero dejaré esta última reflexión a gusto del consumidor, puesto que bien pudiera ser que la respuesta correcta fuera una suerte de mezcla de las dos.

Muchas gracias por su atención y doy la palabra a quien quiera hacer alguna pregunta o desee mostrar su desacuerdo con mis conclusiones.

27 comentarios:

Agustín dijo...

Comparto la esencia de todo cuanto dices en el artículo, aunque hay algo que mencionas erróneamente y es importantísimo: en el País Valencià sí perdemos una hora de Filosofía en Bachillerato. Por si fuera poco, las dos horas semanales se convierte, como bien dices, en Filosofía y Ciudadanía. O sea, que nos convertimos en una maría cualquiera. Y éste sea, tan vez, el inicio del a muerte de la filosofía. Qué triste.

Agustín Zaragozá
Profesor de Filosofía

Adolfo dijo...

Estimado Agustín, muchas gracias por tu comentario y bienvenido al blog.

Lo cierto es que al principio del texto hago referencia a que precisamente estamos realizando unas protestas en contra de que se reduzcan las horas de filosofía en el bachillerato, que como tu dices, se pueden quedar en 2.

Sobre todo me parece triste que en otras comunidades, pese a que la reforma del ministerio permite (lamentablemente) que se reduzcan las horas de filosofía, hayan tenido voluntad de no reducirla y en cambio en nuestra tierra se haya pasado olímpicamente de buscar soluciones.

El pasado miércoles 21 estuvimos realizando una manifestación frente a presidencia de la Generalitat para reivindicar la no reducción, pero parece que se ha hecho caso omiso. Lo único que han cambiado de su última propuesta es lo relativo a amparar la objeción a la asignatura de educación para la ciudadanía y sospecho que ello es únicamente debido a las amenazas de los sindicatos de denunciarles por prevaricación ante los tribunales.

Saludos!

- J a V i - dijo...

Es curioso lo de la ciudadanía. Por una parte, los más acérrimos defensores del liberalismo a ultranza ven en todo intento del Estado por inculcar valores un protocomunismo inminente que acabará en un mundo digno de una novela de Orwell; por otra, los más críticos con el actual orden social ven - vemos - un intento de adoctrinamiento muy distinto al que ven los neoliberales: lejos del revulsivo revolucionario que ven los que quieren privatizar hasta los valores cívicos, es muy probable que la asignatura simplemente perpetúe los valores políticos y morales que sustentan actualmente el sistema (disfrazados, eso sí, de pseudoprogresismo tan políticamente correcto como vacío).
Por mi parte, no le daría mucha importancia de no ser porque a la aparición estrella de la Ciudadanía le acompaña la agonía de la Filosofía. El intento de adoctrinamiento teórico me parece insignificante al lado de todos los condicionantes inconscientes que utiliza el sistema para imbuir a todo "ciudadano" de la ideología dominante, imbricándose en su personalidad y forma de ser. Una hora de teoría a la semana no va a conseguir más que, por ejemplo, la influencia de los hábitos de consumo o los mensajes prosistema con que los mass media nos bombardean diariamente.
Pero cuando ese patético intento de adoctrinamiento teórico se une al asesinato de una filosofía relativamente crítica, la cosa se vuelve más grave, y refleja el espíritu de una sociedad encantada de haberse conocido y convencida de que ha tocado techo.

De todos modos, me gustaría añadir una cosa, como complemento a tu magnífica charla, que por cierto me ha encantado. El sistema educativo, no nos engañemos, ni es ni ha sido nunca un medio para crear ciudadanos autónomos, críticos y adecuadamente formados; ha sido, es y será un instrumento para perpetuar el orden social, por definición. Y esto no es ninguna exageración de un antisistema paranoico que ve represión por todas partes, es más bien sociología elemental, pues ningún sistema va a ofrecer una educación institucionalizada antisistema. En ese sentido, es perfectamente lógico que intente adoctrinar en sus valores; y, en esa línea, es lógico el ataque constante a una filosofía crítica.

¿Hay salida? En mi opinión, hasta cierto punto. La filosofía, con sus más y sus menos, ha sido hasta ahora una especie de brecha en el homogéneo muro del sistema educativo. Si luchamos por mantenerla, no todo está perdido. Pero confiar en un sistema educativo que verdaderamente forme librepensadores, es utópico e ingenuo.
Pero no nos desanimemos. Por suerte, aún quedan profesores utópicos e ingenuos. Conformémonos con eso, que es mucho.

(Por cierto, igual eso de la Educación para la Ciudadanía no es tan malo. Al menos ahora sabremos lo que el sistema educativo intenta inculcarnos inconscientemente, y seremos un poco más conscientes de ello. No hay mal que por bien no venga).

- SiL - dijo...

¿Hay salida? Pues si a mi pesimismo habitual le sumas el escepticismo que me invade respecto a ciertas cuestiones, la respuesta es un sencillo y rotundo no.
Si bien es cierto como dice - J a V i - (¿por qué nos gusta complicarnos con los seudónimos?) que la Filosofía es una brecha en el homogéneo muro, que yo añadiría: de contención, del sistema educativo, ¿cuántos alumnos tienen, de verdad, interés en la materia? ¿Cuantísimas veces nos hemos sentido un poco raros al mostrar nuestra afición a un campo del conocimiento tal como la filosofía? No se vosotros, pero yo me gane, como quien no quiere la cosa, el apodo de friki el mismo día que entendí la alegoría de la caverna.

Con todo esto lo que quiero decir, es que si, que claro que hay que luchar con todas las armas posibles para que la Filosofía no se convierta en cómplice de asesinato, a saber, el del libre pensamiento, pero teniendo en cuenta que somos salmones en el mar de la sociedad (que metafórica me pongo a veces) nadamos a contra corriente. Tal y como coreábamos el miércoles, si pensamos, estorbamos, y a quien le gusta que le estorben?
Yo la finalidad de la asignatura la veo resumida en una hipotética frase que se dirigiría a los alumnos de bachiller, tal y como dijo Adolfo en su charla: “bueno chicos, aquí está todo dicho, y si queréis pensar por vosotros mismos, cosa que por otro lado no vale la pena, hacedlo siempre desde el respeto y alabanza a nuestro fantástico, fabuloso e infalible sistema democrático”.

¿Y qué hacemos? Pues no lo se, yo de momento sólo me veo capaz de detectar el problema. ¿También es tarea del filósofo resolverlo? No, no?

Anónimo dijo...

Yo tengo una pequeña duda.
¿Porque fue este señor el que dio la conferencia?
No se, ciertamente, llevaba un traje muy bonito, pero me parece que hubiera resultado más rentable ofrecerle la conferencia a un alumno un poquito más experto que, aunque con peor traje, podía haber llevado mejores ideas.

Solo es una idea.

Pd:pero el traje era muy chulo.

Adolfo dijo...

Saludos Anónimo.

Por alusiones respondo, pues el del traje era yo. La razón de dar la charla yo fue ni mas ni menos que porque me ofrecí voluntario para colaborar con las jornadas de ese preciso modo. Nadie me lo pidió por motivo alguno, y evidentemente (me parece fuera de lugar pensar lo contrario) el traje no tuvo nada que ver. Si alguien más experto tenía algo que decir al respecto, lo apropiado habría sido u ofrecerse para dar la charla o acudir a la misma para realizar las matizaciones, aportaciones o preguntas que considerase oportunas. Cualquier otra consideración es gratuita.

Gracias por el comentario.

- SiL - dijo...

Y tan chulo! Tanto que yo al principio ni siquiera le prestaba atención a lo que Adolfo tenía que decir! Luego me di cuenta de que no solo molaba el traje sino también la charla, y el hecho de que fuera un alumno de segundo el que se prestara a darla.
Y como tu duda ya esta contestada me limitaré a decir que lo que a mí mas me gustó no fue el traje ni la charla, definitivamente fueron las gafas de sol.

Un saludo, querido anónimo.

Ah! Y si te interesa puedo mandarte una foto suya con el traje, para alegrarte la vista ;)

more_ dijo...

Os dejo el enlace a la campaña de recogida de firmas on-line en protesta contra el borrador de la Conselleria:

http://www.firmasonline.com/1firmas/camp1.asp?C=1464

Echadle una firmita, que no cuesta nada ;)
¡Gracias!

boly dijo...

Que soso el anónimo este, no ha dicho nada de esas gafas rojas tan chachis, ¿o es que no las llevabas? Si es así cuanto lo siento... me esperaba más del señor adolfin.

Pd: la charla no sé, pero al menos el texto está bien. Aunque en algunos puntos no me gusta el tono.

- J a V i - dijo...

Bolapeluda, estás obsesionado con el tono. ¿Tendrá algo que ver la dictadura de lo políticamente correcto, a la que estamos tan mediáticamente acostumbrados? Una filosofía verdaderamente crítica, seria, dura, agresiva y desafiante (¡dinamita!), o tiene un tono acorde a su contenido, o corre el peligro de convertirse en un conjunto de eufemismos cobardes e hipócritas. Las cosas por su nombre, o acabaremos confundiendo las cosas.

boly dijo...

Estoy seguro de que Torrevejano estaría de acuerdo contigo.

Supongo que es cuestión de estilos, de perpsectiva. La mía parece distinta. No digo que sea la correcta, simplemente que hay otras formas de ver las cosas.

"o tiene un tono acorde a su contenido, o corre el peligro de convertirse en un conjunto de eufemismos cobardes e hipócritas"

Aquí me has exagerado un poco... hombre malo.

- J a V i - dijo...

También estás obsesionado con que quienes defendemos con firmeza y (aparente) seguridad ciertas posiciones, somos unos dogmáticos que no contemplamos la existencia de "otras formas de ver las cosas". ¿Quién es, entonces, el dogmático prejuicioso?

- J a V i - dijo...

P.D.: Perdón por el tono

boly dijo...

No sé si serás o no una persona cerrada, no te conozco, pero lo que si pienso es que eres, al menos a veces, demasiado pesimista. Me da la impresión de que ves las cosas siempre con malos ojos, no es por tanto extraño que pienses lo peor de mis réplicas, y ante interpretaciones tan demagógicas quizás sea mejor que no vuelva a escribir nada, no me apetece verte escandalizado, me hace sentir culpable y no me da la gana sentirme culpable.

El tono como ya dije me la sopla bastante, ya bien acostumbrado estoy a mi madre, como para no estar preparado para cualquier otra cosa. Si "luchaseis" contra mi el tono daría igual, pero no es a mí a quien se critica.

more_ dijo...

Don't feed the troll.

- SiL - dijo...

Justo eso estaba pensando XD

boly dijo...

Eh! Hasta yo tengo sentimientos =(

Campamento Diógenes dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
boly dijo...

Por curiosidad, ¿cuántas firmas físicas habéis conseguido?

- J a V i - dijo...

Pues yo creo que unas 2000. ¡Y sumando!

boly dijo...

mmm... chachi

Anónimo dijo...

Algo ofensivo.

kempes dijo...

Donde estamos? Quienes somos? A donde nos dirigimos?
Aunque parezca que vaya a empezar un programa de esoterismo o algo mas parecido, nada mas alejado de la realidad. Todas las elucubraciones que intentan colapsar esas preguntas (al menos en la mente del individuo) son las que, adecuadamente, se mostraran en clases como las de filosofía y ciudadanía.
Una de los temas principales es la de la reducción del horario de enseñanza. Para mi, da igual que den dos horas que cuatro. Los profesores no pueden ofrecer al alumno lo que desde el gobierno se exige. El siguiente dicho valenciano es esclarecedor: els arbres s'adrecen de joves.
Ya que protestamos, protestemos por algo sensato (no sea este adjetivo motivo de discusión), por una formacion filosófica desde los primeros años de enseñanza, claro esta adecuada a la edad de las criaturas.
El poder de llevar a cabo una reforma de este tipo, no para formar revolucionarios sino a personas capaces de desarrollar el potencial de la especie humana (tanto físico y mental individualmente, como el de transformar el entorno colectivamente) no esta en nuestras manos, en el actual sistema de vida no,

- J a V i - dijo...

Kempes:

Estoy de acuerdo contigo en que impregnar el sistema educativo de filosofía, cosa que por cierto sería realmente productiva y beneficiosa, pasa por más medidas que mantener tres horas de filosofía. Pero la forma de conseguirlo no puede ser renunciando al poco espacio que tenemos. No, no dan igual 2 horas que 4, por muchos motivos. Si ya estamos mal, ¿qué arreglamos yendo a peor?

Además, no es que el docente no pueda explicar lo que desde el gobierno se le exige, ¡es que la filosofía no debe obedecer al dictamen de ningún gobierno! Y si lo hace, ¿dónde queda el manido espíritu crítico y reflexivo que, al menos de puertas para afuera, todo el mundo elogia en la filosofía?

Por último, es posible que la asignatura "Filosofía y Ciudadanía" responda a las preguntas típicas que se asocian al saber filosófico. Pero ese no es el tema ni lo importante. Lo que cuenta es desde qué perspectiva intentarán dar respuesta, bajo que presupuestos ideológicos y con qué finalidad. Y, tal y como se plantea en los borradores actuales, la asignatura parece casar mal con la visión de la filosofía que, desde el pensamiento crítico y la pluralidad, sería deseable en el sistema educativo.

Gracias por participar

Anónimo dijo...

Precisamente uno de los motivos por los que digo que dan igual cuatro horas que dos es por la perspectiva desde la que se imparten (oficialmente).

Con respecto a que los profesores no podrán satisfacer lo que se pide desde el gobierno, me refiero a las metas alcanzables tras el curso. Esto lo escuche en la conferencia que dio el profesor Sevilla el martes de la semana pasada. Hay que conseguir, junto a las otras asignaturas de ámbito filosófico, crear la capacidad en el alumno de poder leer, entender, dialogar, criticar y crear. Este es el otro motivo por el que me dan igual 2 horas que 3, la tarea esa necesita mucho mas tiempo. O tal vez con eso bastara, de no ser por todas las demás fuentes de educación abrasivas como lo son la televisión
o toda forma de "mass media".

Yo no digo que renunciemos (lo que legislen se hará), pero seria una buena opción, para poder calibrar en que situación se encuentra la filosofía en el ámbito de la educación, ponernos en huelga algunas décadas, a ver que acontece. No supondría ningún trauma a la sistema educativo sustituirnos por sociólogos, psicólogos y educadores sociales. Para lo que se pretende con tal asignatura...

Anónimo dijo...

Vamos con afan
Todos a la vez
A buscar con ahinco la bola dragón
Sin duda será
Convencido estoy
Una aventura grande llena de EMOción

Anónimo dijo...

LOL