sábado, 21 de junio de 2008

DEL SADOMASOQUISMO COMO FORMA DE BODY-ART

El arte povera (la poesía visual y aún más las operaciones sobre el propio cuerpo, sobre el terreno…) demostraron, precisamente por el carácter efímero de algunas de sus producciones, que el periodo artístico actual puede prescindir de parte de los parámetros tradicionales sobre las que se apoyaba en el pasado la misma calificación de “arte”. El creador puede dar vida a obras aparentemente gratuitas y pasajeras, pero no por ello menos interesantes en cuento a las emociones y sugerencias inéditas que suscitan en el espectador” G. Dorfles

¿Por qué el sadomasoquismo como expresión del body-art?

Si bien la postura pueda parecer a primera vista extraña, no es de ningún modo ajena al body-art, en cuanto a que se utiliza el cuerpo como lienzo, en cuanto huye del peligro cosificador del arte, actuando de modo efímero; si bien es cierto que tampoco puede evitar que los medios de reproducción mecánica como la fotografía o el video puedan sean sustitutivos de ese peligro cosificador del arte.

En un principio se puede argumentar que no tiene la pretensión de ser mostrado al público en general, pero también es cierto que el carácter efímero del body-art haga que este argumento se debilite, ya que si bien puede ser mostrado al público, no tiene la intención de ser mostrado al “gran público” y por el carácter generalmente binómico del sadomasoquismo tanto una parte como la otra puede ser caracterizada de espectador-agente y espectador-paciente donde el arte es tanto percibido como vivido, plasmando las pretensiones de los movimientos vanguardistas que pretendían romper la barrera entre el arte y la vida.

Llegados a este punto en el que se puede ver el sexo como un modo de arte, la relación del sadomasoquismo con el body-art no es parcial, sino total: La violencia, el escándalo, el masoquismo, el dolor… junto a la búsqueda de nuevas formas de expresión artística hace de este tipo de arte uno de los que pueda hacer que la parte irracional-artística del hombre pueda resurgir de entre sus cenizas para reencontrarse con el “hombre práctico” racional y comedido que encontramos en nuestra cotidianeidad.

Del dolor y el poder como expresividad

Sadomasoquismo es un término genérico que engloba distintas prácticas y gustos sexuales, que tienen que ver en cierta forma con el uso erótico del poder, el dolor y la entrega. ... El sexólogo americano Weinberg habla (en este sentido) den "erotic, recreational, and consensual" El punto principal es la voluntariedad. Ella es la que presta su especial consistencia al Sadomasoquismo.... ¿Porqué usar sadomasoquismo en vez de sadismo y masoquismo? Con Sadomasoquismo nos referimos a una minoría, que suele pasar desapercibida, no tiene tendencias sádicas o masoquistas propiamente dichas, y conforma sus juegos bajo la premisa de la más absoluta voluntariedad. En cambio, sadismo y masoquismo suelen entenderse como términos de diagnóstico médico”

El sadomasoquismo es una forma consensuada de arte en el que ambas partes entran o quieren entrar en un estado de éxtasis en el que intervienen el poder y el dolor, por clasificar de algún modo este tipo de sensaciones que permanecen reprimidas en la parte más profundas de yo. Para reflejar que estás prácticas no son ajenas al bdy-art me gustaría recordar la obra de Gina Pane, en que la artista se aplicaba una serie de cortes sobre diversas partes del cuerpo. Su obra queda recogida mediante fotografías en las que se expone en un principio el arte que pretende hacer, junto con una serie de dibujos que evocan, posiblemente, el pensamiento que pretende expresar para luego ilustrarnos con otra serie de fotografías el grabado de sus pies ensangrentados por los cortes sobre una base de yeso todavía blando en el que quedarán grabadas su forma y recogida la sangre que de ellos se vierte.

Posiblemente podamos diferenciar esta obra del sadomasoquismo en el hecho de que Gina Pane, no siente ningún tipo de placer sexual, es por ello por lo que ahora quiero recordar la obra de Vito Accondi, y su obra más notoria Lecho de semen donde el artista se masturba sin que se le pueda ver bajo una rampa (presumiblemente de color blanco) que ocupaba toda la galería mientras que los visitantes que andaban sobre ella, expuestos a los sonidos de las fantasías de aquel.

Podríamos decir que en el sadomasoquismo interviene una acción directa externa al artista. Recordemos en este momento a Chris Burden que alcanzó la fama internacional por dejarse disparar en un brazo.

Podemos decir que el sadomasoquismo puede expresar su acción en el cuerpo de otro y no en el del artista… pero el mismo Chris en una ocasión tomó por breve tiempo como rehén en una presentadora de entrevistas de televisión.

Toda acción que tenga que ver con el cuerpo, como expresión de dolor o simplemente de sentimientos primitivos que hoy calificamos tanto socialmente positivos como negativos puede ser body-art porque de hecho es ese el concepto que pretende establecer el body-art: El cuerpo como lienzo, como obra de arte. Lo que me lleva al que será el siguiente punto.

El body-art como una forma del expresionismo

“…el objeto de arte estático, transportable, concebido para el interior, sólo puede vehicular un valor decorativo cada vez menos interesante” (R.Morris)

El expresionismo se concibe como un arte abstracto que absorbe plenamente al artista en una experiencia mística para con su obra de arte, con una carga emotiva de su obra tan fuerte que el autor crea un distanciamiento del arte como vida social. Ya que la sociedad quedaba alejada de un arte absorto en la personalidad del artista y cuya profundidad y lirismo no eran accesibles para una sociedad común. La pregunta que surge ya no es cual es la relación entre sadomasoquismo como una forma de expresionismo, sino ¿en qué se diferencia?

Temas como la locura, el amor, el delirio y, cómo no, la naturaleza son tratados en el expresionismo como literatura; los límites del expresionismo no están bien delimitados, es todo lo que sea mostrar lo oculto en el interior del artista. ¿No es esto el body-art en primera persona? ¿No es el body-art el compromiso pleno del artista con lo irracional?

Del fetiche como parte del sadomasoquismo y material físico del arte

“Un cuadro o escultura contemporáneos es una especie de centauro: Mitad materiales artísticos, mitad palabras. Las palabras son el elemento vital, enérgico, capaz, entre otras cosas, de transformar cualquier material (plásticos, haces luminosos, cuerdas, piedra, tierra) en material artístico” (H. Rosemberg)

Una parte del sadomasoquismo es la utilización de objetos como forma ya no estética sino artística, como parte de la utilización de nuevas formas de sentir y expresarse. Cotidianamente se puede llegar a pensar en que el sadomasoquismo tiene un gran componente sexual, que no artístico-sensual de los fetiches. Acerca de esta idea generalizada, nos han quedado unas palabras de Foucault en una entrevista pocos años antes de su muerte:

El sadomasoquismo es mucho más; es la creación efectiva de nuevas e imprevistas posibilidades de placer. La creencia de que el sadomasoquismo guarda relación con una violencia latente, que su práctica es un medio para liberar esa violencia, de dar rienda suelta a la agresividad es un punto menos que estúpida. Es bien sabido que no hay ninguna agresividad en las prácticas de los amantes sadomasoquistas; inventan nuevas posibilidades de placer haciendo uso de ciertas partes inusitadas del cuerpo, erotizándolo. Se trata de una suerte de creación, de proyecto creativo, una de cuyas notas destacadas es lo que me permito denominar desexualización del placer. La creencia de que el placer físico procede simplemente del placer sexual y de que el placer sexual es la base de cualquier posible placer es de todo punto falsa. Las prácticas sadomasoquistas lo que prueban es que podemos procurarnos placer a partir de objetos extraños, haciendo uso de partes inusitadas de nuestro cuerpo, en circunstancias nada habituales, etc.” (Foucault)

El fetichismo de este modo es un claro reflejo del arte conceptual. El arte como idea, de este modo, el fetiche no tiene ninguna carga “artística” hasta que el uso que le da el artista se lo proporcione; de hecho el fetichismo proviene del termino antropológico para denominar la carga “mágica” que tenían ciertos objetos chamánicos que se encuentran a lo largo del planeta, no solo en las diferentes tribus sino en nuestro propio modo de vida. Un báculo ceremonial, un traje de chaqueta tienen una carga artística o mágica entendida en un sentido amplio, porque provocan una sensación, expresan algo en el espectador del mismo modo que lo puede hacer un traje de cuero o un vibrador.

Del sadomasoquismo como denuncia social

“Como los canarios adevierten a los mineros cuando el aire está demasiado viciado, el arte ha contribuido a alertar de los peligros que amenazan a nuestra especie. Sólo la história dirá si éste fue el último combate por una causa perdida o el signo de una nueva concepción de las relaciones entre naturaleza y cultura, que pueda hacernos afrontar el nuevo milenio con confianza” (J.Beardsley)

El body-art tiene un componente provocativo de denuncia social acerca de la desvinculación con el propio cuerpo, de la unión de vivencia con el arte. Es el artista el que pretende o bien reinventarlo o bien recordarlo, ya sea al público o para sí mismo. El sadomasoquismo es cierto que no tiene esa pretensión explícita, pero su propia existencia no nos deja indiferentes.

Es posible que no tenga la intención de denunciar porque el artista sadomasoquista no es un moralista, ha trascendido los límites de la racionalización de lo social, es decir que, como podría decir George Ritzer (un new Weberiano) el su libro “La McDonalización de la sociedad”: El sadomasoquista sería un hombre que se ha dado cuenta de que la racionalización de nuestros propios modos de vida es una jaula con barrotes de goma que pueden, no sin cierto esfuerzo, doblarse, para entrar y salir cuando la situación lo permita. Está por encima de esto, no tiene por qué denunciar nada. Pero es la propia existencia del sadomasoquista lo que nos hace sentir que hay algo que se nos está escapando, algo nos dice que el sexo es más que silicona y depilación láser, más que el orgasmo, es expresión y el sexo en occidente, mayormente, lo ha perdido. Nos lleva a la reflexión.

De la retroalimentación entre artista-espectador en el sadomasoquismo

¿Cual es la relación que pretende el body-art con el artista? El body-art quiere acercar el arte a la vida, quiere que el espectador se siente parte de la obra, como todo arte conceptual, en palabras de Lawewnce Weiner “Una vez que usted sepa de una obra mía, es suya. No hay existe ningún modo por el que yo pudiera trepar a su cabeza y quitársela”.

El body-art transciende el arte conceptual ya que implícitamente está aceptando que se pueden transmitir algo más que ideas: sentimientos, sensaciones, pulsiones… De este modo el sadomasoquismo una vez más vuelve a demostrarnos que está en íntima relación con el body-art, ya que tanto artista como espectador se hacen difíciles de diferenciar, ya no solo por el cambio de papeles, sino porque ambos son a la vez espectadores y parte de la obra artística. Entrando en una retroalimentación que logra lo que en un principio se proponía: Vivir el arte y transformar al actor y al artista o en cierto modo hacerlos reencontrarse con el aspecto más primitivo de la vida.


Hermeneutizado por la vía gadameriana (el que me llame analítico es tonto)

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