domingo, 9 de marzo de 2008

Sobre religión, filosofía y creencias

Con estas divagaciones pretendo zanjar por mi parte, diciendo lo que me falta por decir, el primer debate del IIIW: el famoso tema de la libertad de cátedra y, concretamente, de la religión desde el atril. O más concretamente, por el modo en que devino el debate, el de la religión como creencia al uso o como creencia con algún status especial. Resumo para quien no esté al corriente:

Yo defendí más o menos que prefiero – aunque me duelan las consecuencias de esta preferencia – que los profesores sean coherentes con sus creencias y, a la hora de plantear sus clases, no oculten sus principios e ideología; que no sean – o prentendan ser – neutrales, en definitiva. Sobre todo porque no creo en eso de la neutralidad: pienso que tras la máscara de lo objetivo se ocultan poderosas subjetividades que, desde algo parecido al punto de vista divino, maquillan sus intereses de bien común. Y, desgraciadamente, para combatir esta falsa neutralidad sólo se me ocurre la opción de tolerar que la ideología de cada docente intervenga en sus discursos.
Dicho esto, me gustaría matizar mi posición: hay formas y formas de que la ideología afecte en la docencia. Una cosa es que la selección de textos, por ejemplo, sea sesgada o que se introduzca alguna opinión o reflexión personal; otra muy distinta es que, pongamos por caso, en exposiciones del pensamiento de otros haya una visión excesivamente parcial, interesada y poco contrastada, o que se plantee el temario de forma insultantemente unidireccional. Esto último me parece, como mínimo, muy poco honesto y profesionalmente lamentable. Pero quedémonos de momento, en relación a lo que intento demostrar, con que apoyo que un docente suba al atril con el maletín de sus ideas.

Contra esto, un compañero me rebatía que hay que hacer una distinción entre dos tipos de creencias, a saber: las religiosas y todas las demás (hablábamos sobre todo de políticas, pero no sólo). Decía mi compañero que a él también le parece bien que un profesor no se deshaga de su ideología en sus exposiciones, pero esa ideología – o esas creencias que la fundamentan – deben ser, en el caso de una facultad de filosofía, mínimamente filosóficas. Y si la filosofía es reflexión, crítica y antidogmatismo, es inaceptable que un profesor parta de un dogma – y las religiones, es obvio, se basan en dogmas – a la hora de dar clase. Por eso hay que expulsar a la religión de las facultades de filosofía: la religión es, por definición, antifilosófica por dogmática.

Tengo que decir que la distinción que hace esta tesis (entre creencias religiosas y resto de creencias) no me parece nada disparatada. Es verdad que las creencias no religiosas tienen una particularidad importante: sobre ellas se puede discutir con otros y, si en algún momento se nos ofrece un argumento fuerte para que cambiemos de principios, nadie honestamente racional (y utilizo racional en su uso de “persona predispuesta a la reflexión antidogmática y desprejuiciada”; todos sabemos que mucha gente se toma las ideas políticas con el mismo dogmatismo religioso y fanático que tantos creyentes acríticos), se negará a hacerlo. Tienen, en palabras de mi “contrincante”, evidencias públicas compartibles. La religión, por su parte, tiene que aceptar dogmas, principios irrebatibles que se admiten por ese extraño sentimiento llamado fe. Y sobre ellos no hay discusión posible: si no se aceptan, no hay religión. Son evidencias privadas, sobre las cuales sólo se podrá hablar con otros creyentes con la misma fe – en mayor o menor grado -, puesto que un ateo descreído difícilmente podrá llegar a comprender lo que se quiere decir con ese extraño concepto.

Dicho esto, insisto en que, dejando de lado el tema de la libertad de cátedra, la religión no es por definición antifilosófica, y su status de creencia puede equipararse a las creencias de otro tipo (aunque dentro de estas últimas admito que pueda tener algunas características que la diferencien). Mi afirmación se basa en dos supuestos: que una creencia aparentemente irracional se puede tornar, si no racional, al menos razonable (entiéndase la diferencia como de grado) introduciendo algo de espíritu filosófico; y que del único dogma que, en última instancia, la religión obliga a admitir (esto es: que Dios existe), no se deriva prácticamente nada. A partir de estos supuestos, y junto a otros argumentos contra la tesis de mi compañero, voy a intentar explicarme:

a) A propósito de la actitud filosófica:
Decía mi compañero que, además de obligar a aceptar dogmas, la religión enseña a no cuestionárselos: es el paradigma del porque sí, y si la religión enseña a sus fieles que hay cosas que deben creer porque sí, porque son así y no cabe duda alguna, esos mismos fieles acabarán predisponiéndose a no cuestionarse nada y adoptarán un carácter crédulo frente a todo tipo de cuestiones (políticas, por ejemplo).
Coincido en que algunas opciones religosas, en especial la de la ortodoxia institucionalizada, promueven y defienden un modelo religioso completamente crédulo y acrítico: desde sus púlpitos, se autoreivindican como únicas depositarias del mensaje divino y con sus millones (porque quien está detrás de estas opciones suele tener muchos millones), como si de una empresa de publicidad se tratara, difunden urbi et orbi su ideario antifilosófico. Pero me parece importante y socialmente útil incidir en que hay otro tipo de religión, minoritaria y perseguida, que dista mucho de esa ortodoxia apostólica y romana. Hay tendencias - como, por ejemplo, la teología de la liberación – que toman su ideario cristiano (en el sentido más radical del término: como mensaje social de jesucristo) como base para cuestionarse la situación actual del mundo. Se podrá cuestionar que su método es engañoso e infundamentado, pero no se les podrá objetar que se crean acríticamente todo lo que les cuentan: precisamente gracias a que disponen de un paradigma utópico al que aspirar, pueden contrastarlo con la situación real del mundo y ser críticos con ésta. No digo que esto me parezca bien o no: digo que hay formas de tomarse la religión que invitan a la reflexión sobre otros asuntos que tenemos interiorizados por argumentaciones parecidas al porque sí.
Del mismo modo, lo que definirá el grado de filosofía en las creencias religiosas del feligrés será su predisposición a la reflexión o al asentimiento acrítico. Quiero recordar la distinción que hacía Unamuno entre creyentes que se guían por “la fe del carbonero” y los que se orientan, aunque sea parcialmente, con algo de espíritu filosófico. Los primeros se guían por un modelo religioso crédulo, acrítico y servicial, en el que el fervor religioso se comparte en grandes actos y, además, otorga al creyente una seguridad muy tranquilizadora. Pero el buen creyente es el que impregna sus irracionales creencias con algo de filosofía, el que está en constante crisis consigo mismo y con su fe; el que se ha replanteado mil veces sus axiomas y el que, aunque haya acabado consintiendo su fe, se digna a ponerla a prueba y a matizarla. Este segundo modelo introduce una actitud filosófica y reflexiva que, tengo que reconocer, me parece encomiable. Ojalá todos los creyentes la tuvieran: otro gallo cantaría.

b) Sobre las evidencias públicas y privadas:
Decía mi compañero y amigo, como he explicado arriba, que no puede haber discusión seria entre un creyente y un ateo, porque un ateo no podrá comprender las evidencias subjetivas en que basa su creencia el religioso. Admito que para quien jamás haya sentido nada parecido a eso que llaman fe, resultará casi imposible entender la justificación irracional del creyente. Pero del mismo modo, quien nunca haya estado enamorado – quien nunca haya sentido algo parecido a eso que llaman amor – tampoco podrá comprender la angustia existencial del romeo de turno, y le resultará absurdo que su amigo no coma ni duerma bien porque la mujer de su vida le ha vuelto a decir que no. ¿Implicaría eso que sobre el amor no se puede hablar, y entonces es mejor callar? ¿Le daremos la razón a Frege en que lo único compartible son los pensamientos y no las representaciones? Yo no: es cierto que nunca podremos saber al 100% lo que sienten los demás, por lo subjetivo de las emociones; pero es cierto que, siguiendo a quien inspiró nuestro blog, tenemos un lenguaje con unos usos concretos que nos permiten hacernos una idea de lo que cada quien quiere expresar. Se me podrá objetar que todo el mundo acaba enamorándose o acercándose a lo que comúnmente se entiende por amor, mientras que no todo el mundo alcanza la fe. Y es cierto, al menos en parte. Pero también es cierto que los ateos suelen compartir marco cultural con los creyentes, lo que posibilita la comprensión. Por poco que un ateo comprenda esas evidencias privadas del creyente, puede hacerse una idea de lo que quiere expresar con eso de que su fe, como emoción o sentimiento, justifica su creencia. Y en ese sentido tanto el ateo como el creyente están al mismo nivel: ni el ateo podrá convencer al creyente, utilizando argumentos “racionales”, de que su fe es un absurdo, ni el creyente convencerá al ateo, con argumentos “irracionales”, de que Dios existe. Sus creencias habitan esferas distintas, como decía la teoría de mi compañero; pero, una vez entendida y clarificada esa distinción, ambos podrán hablar y entenderse. No llegarán a acuerdos seguramente, pero tampoco es necesario que lo hagan: con que cada uno entienda las razones del otro – y esto sí puede conseguirse – basta. Y basta porque, en el fondo, su discusión sólo hace referencia a lo que voy a decir en mi último punto:

c)Del único dogma que la religión obliga a aceptar:
En el fondo, dejando tradiciones religiosas a parte, lo único que verdaderamente obliga la religión a aceptar es la existencia de Dios (y, si se quiere, que ha creado el universo). Es lo único que, sensu stricto, el creyente ni puede ni debe replantearse. Todo lo que se articule en torno a ese dogma depende de la interpretación que haga cada tradición. Pero del axioma “dios existe” no se deriva ni un código moral único, ni un catecismo determinado, ni el misterio de la santísima trinidad. Otra cosa es que la mayoría de confesiones digan que sí, y que además su interpretación es “la” interpretación y el resto son herejías. El creyente serio y “filosófico”, si es como yo pienso que debe ser, no se creerá de la misa la mitad y me dará la razón. Y, además, se molestará en “transvalorar” la moralina barata que le dé su iglesia en cómodas cápsulas para buscar su propia vía.

Y poco más. El caso es que en el fondo cada uno se consuela como quiere. Unos quieren creer en Dios y otros queremos creer en la razón y la filosofía. Pero en el fondo, como canta mi idolatrado Sabina, todo son mentiras. “Más de cien palabras, más de cien mentiras, para no cortarse de un tajo las venas; más de cien pupilas donde vernos vivos, más de cien mentiras... que valen la pena.” Amén.

- J a V i -

27 comentarios:

Momo dijo...

Si Déu es la resposta...
quina és la pregunta?

Adolfo dijo...

Si todo son mentiras no hay verdad, y como no hay verdad tampoco puede haber mentira y entonces ¿qué fue lo primero que dijiste?

Por supuesto que hay verdades y mentiras. Aunque esto sea tan solo una distinción de nuestro intelecto y por tanto inseparable de una cierta moralidad. No hay verdades extramorales, pero de ahí no se deriva que no haya verdades y mentiras en sentido cotidiano.

Si me dices que te has cortado las venas y no veo sangrar tus venas, estás diciendo una mentira, sin embargo, si me dices que te estás comiendo el bocadillo que te veo masticar, estás diciendo una verdad. Fin.

Me ha gustado tu entrada, porque da pie a que se conteste con lo que pronto tendremos listo y que de todos modos estábamos preparando.

Pero aprovecharé para adelantar algo respondiendo a tu entrada para que tampoco quede huérfana de réplicas:

Como veo que lo que sustenta tu argumentación es el punto c), me centraré en él, pues de lo otro ya hemos hablado mucho y hablaré mas en la próxima entrada. Pero con respecto a eso de que lo único que las religiones obligan a aceptar es que dios existe, he de decir que no estoy de acuerdo.

Y tomaré una frase de una horrorosa película aun a sabiendas de que no es originariamente suya:

"El mayor logro del demonio en estos últimos años ha sido hacer creer a la humanidad que no existe"

Si extrapolas demonio por religión tendrás más o menos lo que quiero decir.

Una religión no se caracteriza por enseñar a sus adeptos a creer tal o cual dogma. Una religión se caracteriza porque de tal o cual dogma deriva toda una cosmovisión falaz y sobrecentrada en el ámbito moral y del comportamiento humano.

Y las religiones tradicionales se han caracterizado además por el poco respeto hacia cualquier otra opinión. Guerras santas, cruzadas cristianas y la segunda guerra mundial (provocada entre otras cosas por la religión nazi) acudan a secundar mi afirmación.

Si los católicos se dedicaran simplemente a creer en un dios porque si y de ello no derivaran nada y nos dejasen a los demás vivir en paz, hakuna matata, a mi me traería sin cuidado lo que creyeran. Me daría absolutamente igual. Hasta es posible que me dedicara a fantasear con ellos a cerca del misterio de la transubstanciación.

Pero da la curiosa casualidad de que esto no es así y raras veces lo es.

Ni siquiera los budistas, que no creen en una especie de dios, pero si en alguna suerte de metafísica infundamentada dejan tranquilos a sus adeptos. Les "enseñan" cómo han de vivir, aunque siempre se llenen la boca con eso de "créelo sólo si quieres creerlo".

"El creyente serio y “filosófico”, si es como yo pienso que debe ser, no se creerá de la misa la mitad y me dará la razón. Y, además, se molestará en “transvalorar” la moralina barata que le dé su iglesia en cómodas cápsulas para buscar su propia vía."

Totalmente de acuerdo. Lástima que ese tipo de creyente brille precisamente por su escasez o ausencia. Y desde luego no es el tipo de creyente que las religiones desean ni el que promueven. Si lees la entrada de la Wikipedia a cerca de tu tan querida "Teología de la liberación", te darás cuenta de que precisamente por cuestionarse cosas, son repudiados por sus supuestos valedores, la iglesia católica.

Hablamos más en la reunión del IIIW.

Besitos ;*

P.D: Per cert Momo. Supose que saps perfèctament quina es la resposta a la teua pregunta ;)

- SiL - dijo...
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more_ dijo...

Quiero felicitar al autor del post, pues me parece muy claro y bien argumentado. Ahora mismo no estoy en disposición de contestar a todos y cada uno de los puntos, pero estamos trabajando en una nueva entrada que versa sobre este mismo asunto y lo trata con más profundidad de la que yo puedo tener en un comentario.

De cualquier modo, yo también voy a ir a por el punto c).

"Del único dogma que, en última instancia, la religión obliga a admitir (esto es: que Dios existe), no se deriva prácticamente nada."


Es evidente que de "Dios existe" no se deriva necesariamente nada. Pero, de hecho, se ha derivado y se deriva mucho. Igualmente, podemos presuponer que el ser humano tiene intrínsecamente dignidad, y, necesariamente, de ahí no se deriva nada, pero sí que parece tener unas cuantas implicaciones. Tanto Dios como la Dignidad son presupuestos que llevan a ciertos órdenes morales, puede que no necesariamente, pero de hecho siempre ha ocurrido y sigue ocurriendo así. ¿Os suena de algo eso de Ética Mínima?

Pensar que los creyentes van a quedarse en "Dios existe" me parece una ingenuidad. Si tú supieras que hay una entidad superior, ¿nada cambiaría para ti? Si realmente crees tener la evidencia de que Dios existe, ¿todo acabaría ahí? Religión no es la única aceptación de "Dios existe", ¿cuántas religiones hay que únicamente tengan este dogma y que no hayan construido nada a su alrededor?

Y, a propósito de los sentimientos, justificaciones, dogmas y evidencias... Creo que por aquí hay un batiburrillo que sería necesario aclarar. Puedo aceptar, comprender y hasta celebrar que alguien tenga un sentimiento -una emoción-, independientemente de que sea amor, fe, odio, ira o felicidad flower power. Eso está en nuestra biología. El problema está en que la fe no es solamente un sentimiento: es revelación. Es un medio que sirve para justificar determinadas creencias, como, en este caso, la existencia de Dios. Sólo porque yo sienta que Dios existe y que me ha iluminado, no puedo establecer, efectivamente, su existencia. Por algo se intenta acceder a Dios a través de la razón... (no hace falta recordar los frutos de semejante tarea, ¿verdad?)

Poniéndome positivista y wittgensteiniana, voy a decir una serie de despropósitos. Respecto a lo que señalas del amor, ¿cómo lo definirías si no es en términos de disposiciones al comportamiento? Veamos lo que dice mi querida RAE:

1. m. Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.
2. m. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.
3. m. Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.
4. m. Tendencia a la unión sexual.

Y hay más, pero lo dejaré aquí...

Aparte de lo que asquerosamente platónico que me resulta, parece que finalmente el sentimiento se materializa en "búsqueda, atracción, inclinación, tendencia, etc.". ¿No ocurre lo mismo con ese "sentimiento" al que llamas fe? ¿No acaba también materializándose en alguna búsqueda, atracción (término despojado, por supuesto, de toda connotación mínimamente hedonista), inclinación, tendencia, etc.? Al igual que el amor no implica necesariamente que el 14 de Febrero le regales rosas a tu adonis, la fe tampoco implica que te tragues la Trinidad; no obstante, ambos implican, de hecho, unas cuantas cosillas...

Y de momento ya me he quedado a gusto dando rienda suelta a mi diarrea mental, ¡pero volveremos!

¡Un abrazo!

PD: La pregunta sería "qué". ¿No?

- SiL - dijo...

Me pilla en mal momento tu texto, ahora mismo estoy enfrascadísima leyendo El Anticristo y hasta que no lo digiera no podré opinar, o podré hacerlo pero corriendo el riesgo de querer retractarme de inmediato.

De todos modos, tu sabes que yo estaba de acuerdo con muchas de las ideas que exponías en la conversación, estoy conforme con que nadie deje en la puerta del aula sus creencias, sean estas tan absurdas como quieran, pero lo que no podemos tolerar, como ya dije en su día y repetiré hasta la saciedad, es el adoctrinamiento, el direccionamiento de la materia según lo que marcan esas creencias. Dicho esto una vez mas, sigo.

Nadie puede negar esa distinción entres tipos de creencias, distinción que, por otro lado, hizo que me llegara un olor a tufillo desde ciertos departamentos. Pero lo que no puedo admitir es que las creencias religiosas se asemejen, por ejemplo, a las creencias epistemológicas, ni tampoco que de la creencia “Dios existe” no se derive nada, porque ese es precisamente el fundamento de todo lo que ha venido detrás, con la existencia de Dios en una mano y la Biblia en la otra, el cristiano a intentado siempre sembrar la semilla de la fe, de una fe con pretensiones de universalidad, de una fe que no cumple con lo que predica, una fe que no ama al prójimo si no es como se espera que sea, y de esa afirmación, de esa creencia del todo injustificada, se sigue todo lo demás, y yo, sinceramente, creo que tiene más peligro que ninguna otra de las creencias, precisamente por basarse en esos dogmas de los que hablábamos.
Si tú crees en Dios y yo no, nunca podremos ponernos de acuerdo. Pues vaya. Y puede que suene mal, mal por decir algo, pero aunque si es cierto que compartamos marcos culturales creyentes y ateos y también lo sea que podemos ser comprensivos en el sentido al que te refieres en el punto b, hoy por hoy no me apetece nada ser tolerante con alguien que no lo es conmigo.

Y no, no todas las mentiras valen la pena.

Javi, te queremos, no entres en la secta.

Besos.

-SiL-

- SiL - dijo...

Queridos filósofos. No temais, no hay censura (guiño a more). El comentario que aparece suprimido por el administrador era mío, había una eerata, no sabía editarlo, y he recurrido a la sencillez de borrarlo y volver a subirlo.

Un besito.

more_ dijo...

¡Ay! ¡Eeratas...! ;)

- SiL - dijo...

Vale, y ahora otra.

Voy a ver si aprendo a escribir.

Este está bien, no?

Irrelevante dijo...

Os está afectando el síndrome adolfiano de la corrección ortografica y gramatical, cuidado.

Momo dijo...

puc fer un comentari llarg?

more_ dijo...

Pots fer el que vulguis, Momo...

Momo dijo...

Gracies!!!

“Si Déu es la resposta,
quina es la pregunta?”

Hem sap greu, Adolfo, crec que aquesta pregunta genera unes expectatives que hem veig incapaç de no defraudar... hom té tendència a entreveure el rastre d’una resposta darrere d’un interrogant, però en aquest cas (com sovint ocorre en filosofia) només te’n puc oferir mitja.
No crec que hom puga formular la pregunta, almenys en termes estrictament filosòfics. De fet crec que el problema jau a la mateixa forma en que es planteja el problema: allò del qual Déu seria la resposta no pot assolir la forma d’una “pregunta” filosófica o científica. Sona una mica confús, però miraré de fer-me entendre tractant de violar la llei de conservació de la dificultat, tot i que sempre és més fàcil seguir una norma que transgredir-la.
Si hom li demana a un creient perquè creu en Déu, ¿Qué comptaria com a resposta? ¿Qué constituiria una “raó” o una “prova” que fés evident que creure está justificat? Potser aquestes exigències epistèmiques estan, per així dir, “fora de lloc”... es com si les reivindicarem “des de fora”, des d’una perspectiva força aliena a la de la persona que te fe. Qui demana justificacions en termes argumentatius és el filòsof, no el creient... podem preguntar-nos fins quin punt és legítima aquesta exigència.
L’amor funciona, en aquest aspecte, d’una forma semblant a la creença religiosa, i crec que hom pot treure-li punta a la comparació dels dos fenòmens (que, per cert, ja ha estat apuntada per Javi). Així, posem per cas que hom demana a un amant (“amant”, quína paraula més pretenciosa!!) “Per què has apropat el teu rostre al d’aquella persona, fins juntar els teus llavis amb els seus?”...l’esmentat amant ens miraria perplex: “juntar els llavis”!?. La pregunta, en aquest cas no és adient, perque qui la fa no ha estat capaç de reconeixer el bes en el juntar-se dels llavis...i els amants es besen (juntar els llavis només els junten els actors a una representació teatral, presuposant que hom veurà un bes en referir el que hi ha sobre l’escenari a la pròpia experiència). Només un filòsof o un científic demanaría una redescripció d’un fenòmen com aquest apel.lant a “raons” de diferent mena. Aquesta reclamació no és en si mateixa rebutjable (la filosofía pot dir moltes coses il.luminadores sobre la religió), però si es du a l’extrem resultarà reductora (trobarem llavis que es junten on hi ha besos, i filòsofs mediocres on hi ha creients).
Vaig ara amb la fe, perquè no crec que la creença en qualsevol déu siga creença en el mateix sentit que ho és la creença en una afirmació com ara “els éssers humans no poden respirar baix l’aigua”. N’hi ha prou amb fer un experiment casolà a la banyera per comprobar la darrera, mentre que la creença religiosa mostra una particular resistència a qualsevol atac que se li llance en forma d’argument o evidència empírica. Podem esbrinar les arrels d’aquesta impermeabilitat si pensem en aquesta creença des d’una perspectiva més ampla que la mérament epistèmica (es a dir, pensant que Déu es més que un fonament alternatíu del nostre coneixement del món). Es cert que per un creient la divinitat desenvolupa un paper epistemològic, que amés pot entrar en conflicte amb altres fonts que configuren la nostra actual imatge del món (com ara la ciència). En la mesura que ho fa tenim dret a imposar-hi exigències filosòfiques, a criticar el seu fonament dogmàtic etc. Ara bé, si parlem de religió parlem també de formes d’organització de les relacions socials, de valors morals, de confiança en la transcendència més enllá de la mort...i aquests no són implicatures lògiques de la creença en déu, sino diferents aspectes de la foma en que es viu aquesta creença. Dic “viure” perquè no crec que creure en un déu siga només tenir determinat estat psicològic o creença teòrica sobre el món al marge de la praxi quotidiana; sinò una forma de concebre i desenvolupar l’activitat vital. El sentit que aporta la fe no s’argumenta, es respira quan es viu al si d’una comunitat humana que la comparteix (podem dir que es “mostra” però no es pot “dir”, emprant termes d’un amic).
“Amor”, “Déu”, “joc”, “somriure”...no son respostes a cap pregunta filosòfica. Son pràctiques amb un sentit que no podem explicitar satisfactòriament en termes filosòfics (encara que podem dir moltes coses clarificadores respecte d’elles). Per tenir una bona comprensió cal deixar de banda la dissecció científica, perque quan fem talls nets en el nostre objecte perdem parts valuoses del que aspiravem a explicar. Cal, amés de ser filòsof, habitar el món de les persones que creuen en deus, que estimen, que somriuen...

Es pot veure en la vida un sentit que no depenga de cap creença religiosa (aquest és també el meu cas)...però crec que hem d’anar amb compte amb els presupòsits que acceptem en plantejar preguntes en termes inadequats, perque els fruits de la nostra filosofía n’estaràn condicionats. És en aquest sentit que pense que Deu no respón a cap qüestió filosófica...i potser el cabreig que genera en alguns ateus es deu en part a les inadequades expectatives que aquests projecten sobre ell (expectatives que, paradògicament, comparteixen amb els creients que s’esforcen inútilment en demostrar la veritat dels seus dogmes de fe).
De vegades pense que fer filosofia és, més que donar grans respostes, esforçar-se en fer bones preguntes.

PD: Moltes gràcies per deixar-me participar!...estava força avorrida (en Gigi Cicerone ja no hem vol contar contes).
Adolfo, si et plau, abstin-te de buscar faltes perque en trovaràs un bon grapat.

Anónimo dijo...

Vamos por partes:
a) Para Adolfo:

1. Con la canción de Sabina no pretendía hacer un alegato posmoderno en contra de la verdad. Es un desliz literario que hay que interpretar (igual es culpa mía, porque para quien no haya oído la canción es difícil adivinar lo que quiero decir). Se refiere a mentira desde una perspectiva existencialista: como constructo sin base sólida con el que dar sentido a nuestra vida y refugiarnos del absurdo y de la incertidumbre en general.

2. No pretendo hablar, en principio, de religiones organizadas, sino centrarme en el individuo-creyente (una especie de religión interior, si se prefiere). En la persona que, por el motivo que sea (tal vez para consolarse, en línea existencialista) utiliza la religión como refugio. Para ese individuo, la religión no tiene por qué implicar una moral catecista: le basta con sostener el "dios existe" para tranquilizarse (o, simplemente, tiene fe por el motivo que sea - educación, contexto, pseudorevelación... - e insiste en mantenerla).

3. Por eso hablo del "buen creyente": me pongo en el lugar de quien tiene fe pero no comulga con las prescripciones de la religión a la que, en principio, pertenece. Pero, sin embargo, sigue teniendo fe. Es el caso de la persona que busca a su dios por su propia vía.
Que esto pueda tener éxito o no es otro tema. Que la religión, una vez despojada de su código moral, acabe siendo un absurdo, no seré yo quien lo discuta. Pero es cierto que hay personas con fe que se niegan a obedecer lo que supuestamente se deduce de su creencia, y esa gente merece toda mi admiración. Por eso admiro a los de la teología de la liberación: se negaron a creerse las enseñanzas del vaticano y, buscando su propio camino, crearon una alternativa para ponerse del lado de los pobres y exigir justicia social. Y, por cierto, no sólo los persigue la Iglesia católica, sino que al parecer a la CIA no acaba de hacerle gracia su empeño en demostrar que el imperialismo americano en sudamérica no es especialmente cristiano. Pues olé sus huevos, ojalá hubiera más ateos con tanto valor.

4. Si partimos del concepto de religión organizada, os doy la razón a todo lo que decís, y me parece cojonudo vuestro análisis de cómo manipulan a la gente. Pero yo estaba hablando de si la religión, por sí misma y necesariamente, implica ser un borrego. Dicho de otra forma: si la persona individual que sostiene el "dios existe" es necesariamente un borrego. O, incluso, de si la persona que integra cierta comunidad religiosa tiene que creerse necesariamente todo lo que le dicen y comulgar al 100% con su credo, o si utilizando una suerte de reflexión filosófica puede "liberarse".
Y es verdad que el "buen creyente medio filósofo" de que yo hablo escasea, y seguramente es una aspiración muy utópica pensar que pueden llegar a ser mayoritarios. Pero haberlos, haylos. Igual que hay mil tipos de borregos ateos.

b) Para More:

1. No pienso que los creyentes vayan a quedarse en el "Dios existe"; digo que del "dios existe" no se deriva nada unidireccionalmente, y que todo dependerá de interpretaciones y tradiciones (como demuestra el amplio abanico de sectas-religiones que existen). Y que, a algunas personas, les basta ese "dios existe" para tranquilizar sus conciencias y construirse una mentira consoladora (a esto me refería con la cita de Sabina).

2. Claro que no pienso que la fe demuestre nada y que es una falacia. Mis pajas mentales no son más que filosofía barata para salvar a unos cuantos creyentes que me merecen todo el respeto del mundo.

3. Sobre los sentimientos, emociones, predisposiciones y tal... no tengo opinión definida todavía. Me esperaré a vuestra próxima y esperada entrada, que así me enteraré mejor de vuestra teoría. Os adelanto que no sé mucho de este tipo de cuestiones y es posible que me haga un lío intentando definir o clasificar estas cosas. Me tendréis que hermeneutizar :P

c) Para Sil:

Tranquila que gracias a Dios no soy creyente! No me haré de la secta de momento ;)

Y nada más, ya me he quedado a gusto. Sólo deciros que muchas gracias por leerme con atención y molestaros en contestar, que se agradece mucho :). También me mola cómo escribís y cada vez me hace más ilusión esta secta pseudo-filosófica (uee, yo también sé escribir palabras en esdrújula y con guiones!!).

Muchos besitos, wittgenstenianos del mundo unidos!

- J a V i -

Anónimo dijo...

La filosofía no puede explicar la fe, ni el amor, ni la sonrisa mellada de un niño que juega descalzo con una piedra mientras su abuelo moribundo lo mira desde la ventana de la UCI del hospital.

¡Estos positivistas filosóficos...!

Adolfo dijo...

Benvinguda Momo a aquest raconet filosòfic. No buscaré les teues faltes d'ortografia, no soc un maniàtic i a mes el valencià no es el meu idioma 1.

De tota manera, encara que m'alegre de que participes, em pareix que m'has malentés. Jo no tenía ninguna espectativa respecte a la teua pregunta. De fet, precissament estic d'acord amb tu en que deu no es resposta perque no hi pregunta adient.

Es des de fa temps un coneiximent filosòfic, i dic coneiximent encara que en efecte el que és es un desconeiximent, el que deu es per definició inabastable per la raó de la mateixa manera que ho seri l'hipòtesi escèptica a la manera cartesiana o a la manera de Putnam.

Però pensar aixó ja es pensar molt mes del que un creient "estàndar" creu.

El creient religiós estàndar d'una religió occidental a l'us viu les seues creences com a racionals, perque se li ensenya a viureles així. I es per això i no una casualitat que s'afanyen tant en intentar "demostrar" l'existència del seu deu personal. Perque és una creença compartida i te per tan l'apariencia de racional.

Per aixó pensen que preguntarse per l'existència de deu es una pregunta racional i legítima.

Si ho plantejes com una pregunta racional en termes de per exemple "existeix un ser omnipotent que ha creat l'univers?", aleshores tens una pregunta racional que exigeix una resposta científica. I amb l'evidencia disponible actualment hem de contestar que no existeix tal cosa. No es tracta de una veritat absoluta, com qualsevol altra veritat científica, però és una veritat racional.

I si estem d'acord en que tampoc és aquesta una pregunta adient, aleshores, per qué els creients tenent tant d'interés en racionalitzar les seues creences? Serà que el seu esperit racional, no del tot ofegat pel seu dogmatisme, es incapaç de viure en la fal·lacia? No ho se, però em pareix ilustratiu que la divinitat s'haja volgut trobar racionalment al llarg de la historia.

El que estic dient es que quan dius que "Qui demana justificacions en termes argumentatius és el filòsof, no el creient... podem preguntar-nos fins quin punt és legítima aquesta exigència.", no estàs parlant de la gent d'aquest planeta. Pot ser algun llibre, pel·licula o imaginació teua t'haja dut a pensar això, però en el meu poble, per aixina dir-ho, els creients es pensen en posesió d'una veritat absoluta, atemporal y valuosa per damunt de tot. Fins i tot com per a matar per ella.

Digues-me exaltat si vols, però el mon és el que és el cas. I el cas és que aci la gent mor i mata per les seues creences religioses.

"The root of all evil"?. Jo pense que si.

Salutacions.

Adolfo dijo...

Javi, me parece genial tu respuesta.

De todos modos, me reservo ya para no congestionar más esta entrada, que por otro lado me alegro sobremanera de que haya tenido tanto éxito, para contestar en la entrada que estamos preparando.

Sí quería decir al anónimo, que no se si será alguno de vosotros que despistadamente ha escrito sin decir quién es, pero que ha escrito eso de "La filosofía no puede explicar....", etc, que la contestación a su aportación es obvia: depende a lo que te refieras por "explicar". La filosofía o más bien la ciencia puede dar una explicación de la fe desde muchos puntos de vista, por ejemplo antropológico, sociológico, económico, psicológico, etc. ¿Qué tipo de explicación deseas? ¿Alguna que te revele el secreto de la vida? Pues entonces no hables con filósofos, vete a buscar chamanes postmodernos o artístas pseudo-místicos. Cuando quieras hablar seriamente de la sonrisa mellada de un niño me envías un mail ;) :*

Hermeneutizado por la via gadameriana dijo...

Hola, Javi.
En primer lugar decirte que gracias por escribir, ya que cada vez que me conecto a internet le pego una ojeada al blog y siempre es una alegría ver algún texto que leer y comentar.
En segundo lugar, que espero no haberme perdido en tus argumentos, de ser así lo siento… Por otro lado:
“Pero el buen creyente es el que impregna sus irracionales creencias con algo de filosofía”
No, ese es el peor de todos porque nunca hará filosofía para autorreflexionar acerca de lo que cree, en ese caso escribirá un diario. Lo que hace de hecho es fundamentar sus creencias en una hipotética razón todopoderosa que por si misma puede transmitir como leyes universales sus creencias: Te darán en clase a Kant, tendrás imperativos categóricos hasta en la sopa y te darán definiciones rocambolescas de ser humano (XD). Esto último era un chiste pero de hecho es lo que sucede. La fe es fe y no puede mezclarse con la razón porque por eso es fe, así, según la RAE “En la religión católica, primera de las tres virtudes teologales, asentimiento a la revelación de Dios, propuesta por la Iglesia”. Creo que queda claro.
Segundo: No se entenderán. Hay que darle la razón a Frege y una representación de otra persona no se puede sentir. No se puede hablar de cosas subjetivas porque es por eso mismo que són subjetivas. No se pueden compartir sensaciones ni dar argumentos a favor de ellas porque se convierte automáticamente en un dialogo de besugos.
Una religión empieza, ya no con “mi dios existe”, sino con “mi Dios existe”, al menos las que tenemos que tratar. Yo no critico a la persona que cree que el universo lo ha creado Dios, a mi eso me da igual, eso es inocuo. Lo que te quiero decir es:
No sabes diferenciar “Dios-cosa que crea el universo” de “Dios institución” supongo que será porque no existe el primero sin el segundo, porque eso no es todavía una religión. Creo que hay que desmontar el “Dios-institución-dogma de fe” que pretende ocultarse entre argumentos racionales universales. Ese es el único dañino. “El creyente serio y filosófico” aceptará todo lo que su religión particular le transmita o no pertenecerá a ninguna religión particular.
Y nada, ahora voy a leer el post que has escrito mientras escribía este. Corrígeme si me he equivocado al interpretarte plis.

more_ dijo...

Ya puestos a citar encubiertamente a Dawkins...

http://es.youtube.com/watch?v=ehcb2reP1X8

¡Disfrutadlo! ;)

- SiL - dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=b6aVv-RVx4U&eurl=

Y ahí queda eso.

more_ dijo...

Lo mejor de ese video, -SiL-, son las rayas del VHS. ¡Qué nostalgia!

PD: ¡Menuda cabra!

Momo dijo...

A veure, rellegint el meu text i considerant les crítiques m’he adonat de que potser us ha sonat una mica “happy-land”(...per cert, allò del xiquet mellat m’ha deixat un poc... perplexa?). El cas és que aneu a pensar que tinc una imatge idealitzada de la religió i crec que no és el cas. Per si a algú li genera algún problema de comprensió, cambiaré de llengua, perquè a mi m’és el mateix:
No creo que religión y filosofía sean ámbitos herméticos, es más, creo que la reflexión filosófica puede y debe estudiar el hecho religioso. Y “estudiar” no me refiero a “admirar” sus diferentes manifestaciones y hacer una especie de informe superficial sobre ellas. No pretendo que el filósofo se limite a “maravillarse” del carácter inexplicable o “místico” de este tipo de creencia. Creo que el filósofo tiene derecho a preguntarse que hay más allá de ella, que tiene derecho a pretender “atravesarla”...y esto significa tanto considerar las necesidades y aspiraciones (sociales e individuales) a las que responde como criticar las consecuencias que se han derivado históricamente del choque entre concepciones religiosas, o de la imposición de determinados valores sin apelar a otro fundamento que el dogma religioso. Ya se que las personas llegan a matarse entre ellas por religión, y cuando veo en los medios de comunicación al representante de la conferencia episcopal decirle a la gente lo que debe de hacer o dejar de hacer (en virtud de no sé qué “principio absoluto”) me entra una mezcla de angustia (en el sentido de tendencia al vómito) y mal rollo difícil de describir. No creo que la religión constituya una dimensión donde reinen “la Justicia la Igualdad y el Amor” y que la filosofía sea cosa de unos pocos sujetos deshumanizados y condenados a ser infelices.
En el comentario sólo quería llamar la atención sobre algunos aspectos del texto de Javi que me parecía interesante rescatar de las críticas porque creo que apuntan en una dirección interesante. Lo que intentaba argumentar (aunque la forma de hacerlo quizá haya generado malentendidos) es que, tachar la creencia religiosa de irracional supone ponerla al mismo nivel que otro tipo de creencias empíricas, y que esto no es acertado. Pero la perspectiva que critico la comparte tanto el no creyente que afirma la absoluta irracionalidad de la fe ajena como el creyente que pretende racionalizar su fe (aunque si tengo que elegir, me quedo con el primero, porque en nombre del ateísmo no se aniquilan pueblos enteros).

Un saludo IIIW!

Odiseia dijo...

Bueno, al habla una primeriza en la universidad, que además no es de filosofía y que, me temo, se ha perdido entre las argumentaciones.

Mi opinión es, y volviendo al tema de libertad de cátedra, es que todo el mundo esta dispuesto a morir, bueno, eso es un poco exagerado, mejor, a renunciar a algo por sus creencias.

La cuestión es cuando, ante un público sin antecedentes filosóficos apenas, como ya dijo -SiL-. Yo, como primeriza en la universidad, me doy cuenta de lo manejables que son nuestras mentes ante algo tán inmenso como es la universidad, y estoy seguro de que vosotros os acordareis como os sentisteis cuando entrasteis a una clase y era como si os hablaran en chino. Precisamente por eso creo que la libertad de cátedra unida a unos valores y unas creencias está bien, siempre y cuando vaya unida a una puesta en situación previa.

Si claro, si tu quieres expandir tu teoría (sea cual sea) la mejor manera será que tus receptores no tengan ni idea y no sean capaces de comparar. Pero se supone que los profesores de universidad (como cualquer profesor) tienen que formar a los estudiantes para que en el futuro (y presentes) sean personas capaces, útiles para la sociedad y que no se dejen llevar por las masas ¿no? bueno, esa es la teoría. Así que me parece muy injusto, como persona observadora, el tratamiento que se le está dando a las clases en la Facultad de Filosofía (y en la UV en general).

Bueno, soy una principiante en esta materia y bueno, solo doy mi humilde opinión, sed buenos conmigo.

Por cierto, dos cosas:

Las letras en blanco hacen daño a los ojos cuando son planteamientos largos y os he hecho propaganda en mi propio blog: estrellamiope.blogspot.com

Tercer Wittgenstein dijo...

Hola Penelope, en primer lugar decirte que gracias por hacernos poner un enlace en tu blog, te estoy agradecido también te agradezco que des tu opinión en nuestro blog. Por otro lado:

La universidad que me gustaría no es un sitio en el que manipulan intencionadamente tu manera de pensar sea por el motivo que sea.
Creo que tu visión de la universidad es irreflexiva y como tu has dejado señalado, bastante inocente. Supongo que será porque estudias alguna carrera de la que esperas te de trabajo e interpretas las orientaciones de los profesores como una guía para la vida laboral. Supongo que será por un concepto también bastante inocente y lamentablemente muy extendido en el que identificas bueno con util para tu sociedad.
En filosofía se plantean influencias de otro tipo y del que hablamos en general es el de la religión en la filosofía por irreflexiva y dogmática.

No se si habré aclarado tus dudas.
Por último decirte que aquí intentamos dar opiniones mas elaboradas, argumentadas. Si tienes dudas con los textos por mi parte envíanos un mail a tercerwittgenstein@gmail.com

No te quejarás de suavidad XD

Hermeneutizado por la via gadameriana dijo...

Ups, error, el comentario anterior lo he hecho yo a título personal, sorry.
Enfocad vuestra ira en la reunión a Javi... XD

Adolfo dijo...

Hola a todos de nuevo.

Quería comentar un par de cosillas, una para Momo y otra para Penélope y Hermeneutizado.

Momo, la teua última aportació m'ha paregut mes encertada que l'anterior i supose que es posible que hi haja hagut algún problema en la teua manera d'expressar-te, però que no te res a veure amb l'idioma. Per mi pots continuar parlant en valencià.

Això que dius de "que, tachar la creencia religiosa de irracional supone ponerla al mismo nivel que otro tipo de creencias empíricas" em pareix interessant. Podríes explicar una miqueta mes de quina distinció estàs parlant?

Penelope, bienvenida a nuestro blog y muchas gracias por enlazarnos. Nosotros todavía no hemos definido una política de enlazamiento, así que de momento no vamos a añadir el tuyo, pero ya sabes que comentando aquí, la gente que entre y lea podrá acceder a tu blog.

Por otro lado, me gustaría aclarar qué es eso que quieres decir cuando dices "Así que me parece muy injusto, como persona observadora, el tratamiento que se le está dando a las clases en la Facultad de Filosofía (y en la UV en general).", porque me parece que Hermeneutizado te ha malentendido en ese punto (que a mi me parece que se presta a malentendido).

Saludos y besos para todos/as.

more_ dijo...

Adolfo, coincido contigo en que se ha malentendido a Penélope, pues por el resto del comentario yo he deducido que no estaba de acuerdo con la manera de impartir las clases, no con la manera en que nosotros las estamos tratando aquí. ¿Correcto?

Por otra parte, también me interesa mucho que Momo explique ese punto, pues creo que discrepo totalmente y no sé si lo he entendido mal también o qué...

¡Un saludo!

PD: Aprovecho para saludar a Penélope y agradecerle que nos haya enlazado. ¡Un beso y bienvenida!

Odiseia dijo...

Bueno, opino que las clases están mal enfocadas, no vuestro comentario sobre ellas.